Cada año, aproximadamente 6,5 millones de muertes prematuras en el mundo se atribuyen a la mala calidad del aire, lo que la convierte en la cuarta amenaza más grande para la salud humana después de la hipertensión arterial, los riesgos alimentarios y el tabaquismo
La Fundación emprende iniciativas educativas para enseñar a los niños y a los adolescentes sobre la riqueza de la biodiversidad de nuestro planeta, para estimular su curiosidad científica y desarrollar sus conocimientos. Los jóvenes adquieren el potencial de convertirse en agentes de cambio y mejorar su entorno de vida.
El esfuerzo de la Fundación se cristaliza a través de proyectos e iniciativas cuyo objetivo es promover la educación para el desarrollo sostenible y sensibilizar a los jóvenes de todo el mundo sobre la importancia del cambio climático.
Estos programas tienen como objetivo obtener una mayor comprensión del impacto de las perturbaciones climáticas y humanas actuales, los ecosistemas marinos y terrestres y los geosistemas.